Todos los productos que tenemos en nuestro catálogo de Cementos La Unión están regulados en la instrucción para la recepción de cementos. En el laboratorio nos encargamos del control de calidad de las materias primas para la fabricación de cemento, se controla el proceso de producción y se realizan los ensayos físico-químicos necesarios para garantizar la calidad del producto final. Hemos hablado con Ana Antón, jefa de Laboratorio, y nos ha explicado cómo se trabaja en el laboratorio de CLU.
“Cuando llega la materia prima al laboratorio la analizamos haciendo todos los ensayos pertinentes a escala de laboratorio. De este modo sabemos cómo van a funcionar estas materias primas ya que podemos extrapolar los resultados a nivel industrial”, recalca la responsable.
Tal y como explica Ana Antón, en CLU se controla la calidad del clínker, del yeso, de la caliza y del sulfato ferroso que se añade para reducir el contenido de cromo, también regulado por normativa. “Así sabemos cómo luego, cuando venga el grueso de la materia prima, lo utilizaremos en fábrica”, añade Ana Antón.
Esto en cuanto a materia prima se refiere, pero en el control de proceso la actividad es constante. Según explica Ana Antón: “El laboratorio está en funcionamiento las 24 horas del día siempre y cuando estén en funcionamiento los molinos.” Cementos La Unión pone especial hincapié en la homogeneidad y calidad del producto que se está fabricando. Por eso, cuando los molinos están en funcionamiento, cada dos horas, los trabajadores toman una muestra del material que va saliendo. Es decir, del producto final para el cliente.
Este análisis minucioso que se realiza cada 2 horas tiene como objetivo obtener un producto lo más homogéneo posible, que es lo que marca la diferencia entre las diferentes marcas de cemento. Es la clave sobre todo para los hormigoneros, para que sepan cómo tienen que trabajar con el cemento, explica Ana Antón.
Tipos de ensayos
Los ensayos que realiza Cementos La Unión van destinados a averiguar principalmente tres variables: la finura del cemento, la composición química y por supuesto, las resistencias. La finura del cemento es determinante para la calidad ya que cada tipo de cemento debe estar molido a una determinada finura y ésta ser lo más homogénea posible pues es un parámetro que tiene gran influencia en las resistencias del cemento. Para determinar la finura se emplea el Permeabilimitro Blaine y un granulómetro por difracción láser. De esa manera, se controla que la finura sea constante en todo el proceso de fabricación. Una vez realizado este paso, se comprueba la composición de ese cemento mediante el equipo de Rayos X.
CLU tiene un equipo de fluorescencia de Rayos X para realizar el análisis y averiguar todo el contenido de óxidos, carbonatos y silicatos.“Si vemos que algún parámetro se nos ha ido respecto a lo establecido, se corrige rápidamentepara que la molienda sea homogénea. Eso es lo que se hace cada 2 horas”, explica Ana Antón.
Luego se hacen los ensayos más importantes en el control de calidad, que son las resistencias de las probetas de cemento. De cada una de las moliendas se comprueba la resistencia. Primero se amasa, después se compacta, se mete en una cámara climática durante 24 horasy posteriormente se conservan en los baños de curado durante el tiempo establecido en la normativa. Todos los laboratorios estamos obligados a trabajar en igualdad de condiciones para que la única variable a la hora de comparar sea el cemento.
Nuestro punto fuerte en el control del proceso del cemento es la trazabilidad, ya que si la resistencia a compresión del mortero ha dado por debajo de los parámetros que tenemos establecidos, se puede echar la vista atrás y saber dónde está ensilado este cemento y por supuesto, que no salga al cliente. De esa manera, las muestras de CLU siempre están codificadas y se sabe con seguridad donde se encuentra cada tipo de material.
Concretamente, añade Ana Antón, “en CLU rompemos la probeta a 1, 2, 7 y 28 días. Aunque la norma solo dice que a 2 y 28, la rompemos a 1 para ver cómo empieza a endurecerse el cemento y a 7 días porque es muy representativo, pues ya cumple con lo que tiene que dar a los 28 días”, señala la jefa de laboratorio.De este modo el cemento no se almacena en el silo los 28 días y se puede vender al cliente a los 7 días de haber sido fabricado.