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LA HISTORIA DEL CEMENTO

Fuente: Playmobil

El cemento forma parte de nuestra vida cotidiana. Lo vemos como un elemento más que construye nuestra realidad. Está presente en las paredes de nuestras casas, en los edificios, las piscinas, las calzadas, pero ¿cuándo surge realmente el cemento? Su historia se remonta a hace 5.000 años, cuando aparecen al norte de Chile las primeras obras de piedra que constituían las paredes de las chozas que utilizaban los indios. Éstas estaban unidas por un conglomerante hidráulico que procedía de la calcinación de algas. Éste fue el primer uso de los muchos que vendrían después en otras partes del mundo, como Egipto o Roma, donde también se empleó para la construcción.

De Egipto a Roma

Cuenta la historia que mientras en Egipto los egipcios ya empleaban morteros de yeso y de cal para construir sus monumentos, en Troya se empleaban piedras unidas con arcilla para la construcción de los muros, sin embargo el hormigón como tal, confeccionado con una  técnica mínima, aparece en las bóvedas construidas cien años antes de Cristo. Los romanos dieron un paso más al  descubrir un cemento que fabricaban mezclando cenizas volcánicas con cal viva. Este cemento se puede hallar hoy en día en la localidad de Pozzuoli. De hecho, el Panteón de Roma ha sido construido con este cemento y su cúpula de 44 metros de luz está fabricada con hormigón.

El padre del cemento

Pero hay una personalidad clave en la historia del cemento: Louis Joseph Vicat, un científico y divulgador francés, considerado como el padre del cemento. En 1817 inventó el sistema de fabricación de vía húmeda, que se sigue empleando en la actualidad, mientras estudiaba la acción destructiva del agua de mar sobre el mortero y hormigón. En 1818 publicó su “Recherches experimentales” y en 1928 “Mortiers et ciments calcaires“. Estos trabajos marcaban las pautas a seguir en la fabricación del cemento por medio de mezclas calizas y arcillas dosificadas en las proporciones convenientes y molidas conjuntamente.

Luis Vicat En el año 1824 Joseph Aspdin, un constructor de Leeds (Inglaterra), daba el nombre de cemento ‘portland’ y patentaba un material, que amasado con agua y con arena, se endurecía formando un conglomerado de aspecto parecido a las calizas de la isla de Portland.

Probablemente, el material patentado por Aspdin era una caliza hidráulica debido, entre otras cosas, a las bajas temperaturas empleadas en la cocción. Años más tarde, el ingeniero británico Isambard K.Brunel utiliza en el año 1838 un cemento de la fábrica de Aspdin, en con el que logra una parcial sinterización debido a la elección de una temperatura adecuada de cocción. Este cemento será el que más tarde se aplicará a la construcción de un túnel bajo el río Támesis, en Londres.

Se extiende el uso industrial del cemento

Si continuamos indagando en la historia para conocer el origen del cemento moderno, descubrimos que empieza a producirse a escala industrial por Isaac Johnson, que en 1845 logra conseguir temperaturas lo suficientemente altas para clinkerizar la mezcla de arcilla y caliza empleada como materia prima. Y así pasan los años hasta que en la segunda mitad del siglo XIX el intenso desarrollo de la construcción de ferrocarriles, puentes, puertos, etc. confiere especial importancia al cemento. Las fábricas empiezan a extenderse y a partir de 1900 los cementos portland se imponen en las obras de ingeniería, hasta el punto de que en la actualidad es el material industrializado de mayor consumo.

EUROTUILES-LA UNIÓN: NUESTRO CEMENTO DESEMBARCA EN FRANCIA

Desde hace más de siete años, Eurotuiles es la empresa encargada de la distribución en Francia de los productos de Cementos La Unión. Para Eurotuiles, la venta de cemento representa el 80% del volumen total de las ventas, que se completan con la comercialización de tejas HDR. La zona de influencia de Eurotuiles alcanza más de la mitad del sur de Francia, para lo cual, cuenta con una infraestructura que incluye 6 puntos de venta de materiales de construcción y una planta de hormigón. Y a la cabeza de todo este entramado comercial está Fréderic Larre, gerente de Eurotuiles.

Sintonía comercial y personal
La relación con Eurotuiles empezó en Batimat, el salón de exposición internacional más importante de Francia y uno de los más relevantes de Europa. Una relación que, según Fredéric Larre es ‘comercial, de negocio y también amistosa. Estamos en la misma onda en lo que se refiere al respeto del cliente, filosofía humana y comercial ‘.
Y es que Eurotuiles aplica en Francia una política empresarial muy similar a la del grupo Cementos La Unión: conscientes de la máxima calidad del producto y de la necesaria implicación con los clientes, no sólo a nivel comercial, sino también apoyándolos en eventos o respaldándolos frente a la competencia.

Variedad de productos y planes de futuro
Una de las claves del cemento procedente de La Unión en Francia es, según Larre ‘la amplia gama ancha de cementos, mortero y hotmigón, la calidad máxima de cada producto y la comunicación, sabiendo que somos los únicos que ofrecemos sacos con apertura fácil’.
En este apartado, destaca la aceptación que tienen en el país vecino los productos Hormiunión (http://www.launion.es/el-secreto-esta-en-la-mezcla/) y Tabiunión. Según el gerente de Eurotuiles, ‘para los productos Pegaunión hay que ser más pacientes ya que hay mucha competencia en el mercado’. El sector de la construcción, según Larre, ‘es muy complicado, con menos de 300.000 viviendas construidas en 2014, frente a las 450.000 de 2011; estamos lejos de las 500.000 prometidas por François Hollande en campaña electoral, pero el mercado de reforma va aguantando bien’.
Por lo que se refiere a los planes y expectativas de futuro. Fréderic Larre destaca ‘la apuesta por el mercado de cemento a granel, así como la nueva gama de morteros y hormigón. En resumen, el objetivo es buscar cada vez más clientes en las áreas en las que no estamos presentes’.

hormiunion

EL SECRETO ESTÁ EN LA MEZCLA

Consejos para facilitar el trabajo a los profesionales de la construcción con la gama de morteros
Cuando hacemos una salsa, si no echamos siempre la misma cantidad de ingredientes, el resultado no es el mismo. Pasa igual con el hormigón. Cada vez que hacemos hormigón para una pequeña obra o reparación, si mezclamos los productos manualmente, obtenemos diferencias entre un hormigón y otro. Salvo que utilicemos un hormigón prefabricado que, gracias a los controles de calidad, nos aporte siempre la misma cantidad de producto premezclado. Cementos La Unión comercializa una gama de morteros de entre los cuales, destacamos el Hormiunión, un hormigón para aplicaciones tanto estructurales pero también para pequeñas reparaciones, cierres, rehabilitaciones, pavimentaciones, soleras, recrecidos, rellenos, cubiertas, aceras… en definitiva, en aquellos usos que no sea necesaria una gran cantidad de hormigón.
El Hormiunión es un hormigón muy meloso y trabajable, ya que contiene áridos de 8mm. Es recomendable utilizar el saco entero para cada aplicación, pues así nos aseguraremos que las gravas finas y menos finas están todas en la mezcla y obtendremos la homogeneidad y espesura necesarias. Los áridos son de gran calidad y la relación calidad/precio es la mejor que existe actualmente en el mercado. Prueba de ello es, según el Responsable de Producto de Cementos La Unión, Ignacio Chana, que “en año y medio que lleva el producto en el mercado, no hemos recibido ni una sola reclamación”.
Ventajas del hormigón ensacado
En el caso de las pequeñas reparaciones o acciones, poder adquirir un saco de 25 Kg. es una ventaja. Sólo es necesario mezclarlo con agua y siempre obtendremos el mismo tipo de hormigón, con las mismas características técnicas, además de una calidad contrastada en laboratorios que aporta siempre las mismas características de resistencia, densidad, dosificación… Otra de las ventajas competitivas del Hormiunión es la limpieza: se empieza un saco y se terminas. Se ahorra tiempo y dinero: tiempo porque el producto viene premezclado y dinero porque al ir en sacos de 25 kilos, no es necesario contratar hormigonera ni pagar “sobrante” ni “espacio no ocupado”.